jueves, 28 de mayo de 2009

26 abril de 2009. 2ª etapa: Pajares-Oviedo (69,50 kms.) “Ahí morís”

Espectacular es poco adjetivo para describir las vistas que se contemplan desde el albergue, se ve perfectamente hasta donde llegó la nevada de ayer. Nos levantamos sin mucha prisa y entre desayunar y preparar todo nos dan las tantas. Marisa nos recomendó la carretera pero nosotros optamos por el camino hasta San Miguel del Río, bajada con bastante desnivel pero merece la pena. Intentamos sellar en la iglesia de este pueblo aprovechando que los paisanos entran a misa. El cura nos dice que esa parroquia no tiene sello porque es filial de otra, no sabía yo que las iglesias eran como los bancos que también tienen sucursales.
Seguimos hacia Santa Marina donde llegamos por una fuerte subida y al comentar con un paisano por donde vamos a ir a Llanos de Somerón nos suelta la frase del día: “ahí morís”, no le hacemos caso y emprendemos la marcha por uno de los caminos mas pestosos que he recorrido, fortísima subida llena de tierra y piedras sueltas, tras hartarnos de empujar las bicis, decidimos dar la vuelta y seguir avanzando en sentido contrario y allí estaba el paisano con toda su familia, “habéis subido lo peor, solo os quedaba lo más malo” nos suelta con toda la sorna del mundo. Vuelta atrás y a dar un rodeo por carretera hasta alcanzar la que venía de Pajares, en resumen, mas de 2 horas para estar a 3 kms. de donde hemos salido ¡todo un récord!
Nos plantamos en Campomanes en menos que se santigua un cura loco y hacemos el primer control de avituallamiento en un bar done nos apretamos unos pinchos de tortilla. Escarmentados de lo que nos había pasado no dudamos ni un segundo en hacer caso a un señor cuando nos dice que el camino está imposible para las bicis de barro que hay. En Pola de Lena visitamos el albergue donde sellamos. Carretera y manta camino de Mieres donde llegamos a la hora de comer, decidimos parar a tomar algo ligero en una sidrería que hay abierta en un polígono industrial, nos empezamos a acomodar en unas mesas al lado de la barra cuando Juan nos suelta que dentro, en el comedor, hay camareras así que al final nos metimos pastel de cabracho, fabes con pollo de corral, merluza y tarta de praliné bien regado de sidra y cerveza ¡viva la comida light!
Necesitamos toda la voluntad del mundo para volver a montar en las bicis, nos hacemos unas fotos en Mieres y cuando empezamos a subir el puerto del Padrún empieza a chispear, menos mal que todo el alto sale el sol. Paradita para la foto, en la bajada Luis nos sorprende bajándose en marcha de la bici, afortunadamente la caída no tiene consecuencias y seguimos hasta Olloniego donde nos entretenemos un poco viendo el puente medieval y la casa-palacio de los Quirós.Nueva subida y finalmente continuas subidas y bajadas hasta Oviedo donde nos encontramos que el albergue cierra a las 8 y media, logramos contactar con el encargado pero no hay manera de hacerle entrar en razón. Así que nos toca buscarnos la vida, Juan llama a su mujer y a través de Internet nos busca hotel, dejamos las bicis en un parking y cenamos en una especie de Vips.

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