domingo, 17 de junio de 2012

29 de Abril de 2012, domingo

GRANJA DE MORERUELA - MOMBUEY


El día amanece gris y fresco, avanzamos por la carretera hasta el puente de Quintos donde una vez cruzado le enseñó a Tomás por donde va el trazado del camino, hacemos caso de la señal que desaconseja el paso de bicicletas por ahí, continuamos por el asfalto hacia Faramontanos de Tábara por donde pasamos sin ver un alma por sus calles, eso sí las chimeneas estaban a pleno rendimiento. En Tábara, donde nació León Felipe, paramos a tomar un café ya que, como viene siendo costumbre, habíamos hecho un desayuno algo seco a base de barrita energética, chocolate y un plátano. El café hace su efecto y decidimos dejar sendas firmas eso sí, en el de señoras que presentaba mejor aspecto. Preguntamos a un señor mayor por el estado de los caminos y nos dice que hasta donde el sabe están bien, pues son caminos de concentración, pero que mas adelante lo ignora. Decidimos ir por la tierra y vemos que aunque hay charcos al tener bastante zahorra el firme es bueno y se transita con poca dificultad, llegamos a un desvío originado por el trazado del AVE y cuando nos queremos percatar estamos atollados hasta las orejas, la tierra arcillosa no está asentada y tenemos que coger las bicis en volandas, meternos campo a través y retroceder hasta Tábara donde afortunadamente había una gasolinera donde pudimos darle un manguerazo a las bicis para quitar el barro que bloqueaba las ruedas y cubría los cambios y frenos. Convocamos un cónclave y decidimos que por tierra hoy no ¡¡¡mañana!!! (José Mota dixit).
Cogemos carretera y manta pasando por algunos pueblos donde algún vecino nos saluda y se nos queda mirando, a la altura del embalse de Nuestra Señora del Agavanzal sale el sol, momento que aprovechamos para tomar un tentempié energético, hacer alguna foto y aliviarnos de líquidos. Al llegar a un cruce de caminos vemos que nos hemos saltado algún desvío porque los carteles nos indican a la izquierda Mombuey y a la derecha Ríonegro del Puente, nos hemos saltad unos cuantos pueblos del camino sin darnos cuenta. A lo hecho, pecho, tiramos hacia Mombuey donde entramos en el bar La Torre para comer algo sustancioso, nos preparan un bocata de tortilla francesa con bacon  con un pan que estaba de muerte. Vamos a ver la famosa torre y pasamos por delante del albergue que está cerrado, son las 3 y media y es un poco pronto para quedarnos. Nos da un barrunto y llamamos al teléfono del albergue de Asturianos, nos dicen que está completo así que no lo pensamos más y pedimos la llave. El albergue está bastante bien acondicionado, por ponerle alguna pega es que hay demasiadas camas para las dimensiones del local lo que deja poco sitio para moverse. Cuando nos acabamos de instalar llegan otros 3 ciclista de ese pequeño país del noreste de España que se ve entero desde un campanario, como lo definió el filósofo. Hay sitio para todos así que sin problemas. La cosa se complica cuando al rato llegan otros 4 ciclistas madrileños plenos de juventud y contagiosas ganas de vivir la vida, en un minuto revolucionan todo aunque nos advierten que no van a quedarse a dormir, se van a tomar algo y no regresan hasta cerca de las 7, tras un rato de juerga y cachondeo se van con intención de dormir en Puebla de Sanabria donde han reservado en un albergue privado.
Sobre poco más de las 8 nos vamos a cenar, somos gente de buenas costumbres, al bar la Torre pues hemos quedado satisfechos del trato que nos dispensaron antes. Al poco aparecen los 3 catalanes, al parecer se han fiado de lo que hemos contado del bar. Ellos a lo suyo y nosotros a lo nuestro, cervezas y fútbol en la tele, cuando ya estamos cenando aparece un tío vestido de ciclista que venía buscando la llave del albergue, nos extrañó que llegara alguien a esas horas, habla con los otros peregrinos y se marcha apareciendo mas tarde para cenar. Nos vamos al albergue y cuando ya estamos a punto de caramelo aparece el resto de la troupe. Oración, despedida y cierre.

No hay comentarios: